Incluso el mejor producto dermocosmético puede convertirse en tu peor aliado, llegando incluso a provocar desequilibrios en la piel, si su elección no es la correcta.
Y te preguntarás ¿cómo puedo saber cuál es el mejor producto para mi piel? La respuesta correcta es: haciéndote un buen análisis de la piel y un correcto diagnóstico de la piel por parte de un cosmiatra o cosmetólogo.
La buena noticia es que conocer, de manera profesional, qué tipo de piel tienes es más fácil de lo que pensabas porque iMstant pone el conocimiento de los expertos al alcance de tu móvil. Cuidar tu piel de la forma más adecuada, nunca había sido tan sencillo. Compruébalo tú misma leyendo este artículo.
¿Por qué es importante hacerme un diagnóstico de la piel?
Como ya adelantamos en la introducción, aplicar un producto dermocosmético inadecuado puede desequilibrar tu piel. Por este motivo, lo más recomendable es someterse a un diagnóstico cosmetológico profesional por parte de un experto, antes de decidirse por un tratamiento o producto.
Además de evitar posibles desórdenes cutáneos, llevar a cabo este diagnóstico y asesoramiento previo, puede suponer un ahorro importante ya que no tendrás que hacer ensayo-error con tu piel, evitando así probar decenas de productos hasta dar con el más adecuado. Así, cuanto mayor conocimiento tengamos sobre nuestra piel y los activos adecuados para tratar sus problemas, mayor será nuestro entendimiento sobre los objetivos que podemos llegar a lograr si utilizamos el tratamiento correcto.
Este último punto es clave para no decepcionarnos con los cosméticos utilizados. Como en cualquier otro aspecto de la vida, ser conscientes de lo que queremos conseguir es fundamental.
¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?
Estamos acostumbrados a que, por norma general, cuando acudimos a comprar algún tratamiento cosmético nos pregunten ¿qué tipo de piel tienes? Sin embargo, en iMstant, creemos que este no es el enfoque adecuado, o al menos, no es la única pregunta que hay que realizar para diagnosticar la piel.
Lo importante a la hora de hacer un análisis de la piel es determinar y cuantificar, de manera objetiva, parámetros específicos de una persona, es decir, saber responder preguntas tales como:
¿Cuál es mi nivel de arrugas?
¿Y de grasa?
¿Tengo muchas manchas (discromías)?
¿Está mi piel anormalmente enrojecida?
¿Tengo los poros dilatados?
¿Cuál es la textura de mi piel?
¿Qué nivel de hidratación tiene mi piel?
Solo de esta manera se podrá prescribir un tratamiento a medida que asegure los mejores resultados. Las formas predefinidas de tratar la piel no suelen resultar en tratamientos adecuados. Solamente, cuantificando de forma exacta los requerimientos de cada piel, podremos elaborar un tratamiento cosmético ajustado a estos problemas.
¿Cómo puedo hacerme un estudio de la piel?
Empecemos de menos a más recomendable. Acabando por una solución que, además de recomendable, es gratuita, profesional y sencilla.
1. Autodiagnóstico facial:
No recomendado. La piel es realmente compleja y evoluciona constantemente. Si no tenemos el conocimiento adecuado será muy complicado que lleguemos a sacar conclusiones válidas y útiles sobre el estado de nuestra piel y sus tipologías.
Normalmente, solemos autoclasificar nuestra piel como seca, mixta, grasa, sensible... Pero incluso esta simple categorización es realmente complicada para una persona sin los conocimientos adecuados, ya que se sustenta en afirmaciones equivocadas en la mayoría de los casos.
¿Cuántas veces has pensado que tenías la piel seca cuando realmente estaba “deshidratada”? También es muy frecuente encontrarse con personas que piensan que tienen la piel sensible cuando podría considerarse normorreactiva o notar que es muy grasa cuando sólamente hay un pequeño desequilibrio, etc... Seguro que te sientes identificada. Pero no te preocupes, esto es más normal de lo que podría parecer. De hecho, como un ejemplo de mal “autodiagnóstico” te dejamos un dato curioso:
“más del 50% de las mujeres creen tener la piel sensible cuando la realidad clínica sitúa el porcentaje objetivo en torno al 12% y sólo un 0,2% de pieles “muy sensibles”.
Otra forma de autodiagnóstico se encuentra en los tests o formularios pseudo-profesionales que podemos encontrar en páginas web o revistas. Estos test, mediante unas pocas preguntas, nos indican el tipo de piel que tenemos. Lamentablemente, en la mayor parte de los casos, estas evaluaciones son programadas por personas que no tienen la formación y experiencia suficiente para llevar a cabo un diagnóstico de la piel profesional.
2. Evaluación Básica de la piel:
Seguro que alguna vez te has hecho este tipo de diagnóstico de la piel. Se trata de aquella evaluación que habitualmente lleva a cabo el personal comercial de establecimientos de venta de productos cosméticos que, en muchas ocasiones, no dispone de una formación cosmetológica (o incluso tiempo) para llevar a cabo un análisis facial adecuado y mucho menos un diagnóstico completo. Sin embargo, dada la falta de cosmetólogos y cosmiatras, este servicio suele estar mucho más extendido de lo que debería.
3. Evaluación profesional presencial:
Es el diagnóstico facial que realiza un profesional de la Cosmetología o la Cosmiatría. Incluye una entrevista personal, la inspección visual y de forma muy recomendable el uso de aparatología para dermoanalizar la piel, también conocidos como dermoanalizadores o analizadores de piel.
4. Evaluación digitalizada - iMstant Scan4D:
Se trata de un diagnóstico cosmetológico facial digital que utiliza avanzadas técnicas de Inteligencia Artificial. Capaz de detectar y cuantificar múltiples problemas de la piel de forma precisa y objetiva. Una vez hecho este análisis, se obtiene un diagnóstico del rostro que sirve para que el sistema de prescripción pueda generar una formulación totalmente personalizada para tratar estos problemas de forma integral y con un único producto: una crema a medida o un booster personalizado.
En iMstant podemos a tu disposición la posibilidad de conocerte la piel como una experta, por ello, ¡nunca más tendrás que “autodiagnosticarte” !
Creemos firmemente que hay que darle la vuelta a la cosmética, es decir, el producto cosmético debe adaptarse a la piel de las personas y no al revés. No queremos que compres un producto sin primero conocer tu piel a la perfección. Por ello, ponemos a tu disposición iMstant Scan 4D en centros iMstant PRO, para que conozcas tu piel y que de forma objetiva conozcas tus problemas de piel y conseguir un diagnóstico totalmente certero.
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